Cuando el martes 10 se conmemoren el Día de los Derechos Humanos y un nuevo aniversario de la recuperación democrática de 1983, la sala 2 del histórico edificio de Rondeau 29 pasará a llevar el nombre del matemático y docente Edgardo Fernández Stacco.
El colectivo “Con M de Memoria”, que surgió en el Departamento de Matemática y él mismo integró, presentó la propuesta. El Consejo Superior la convirtió en resolución por unanimidad el 22 de noviembre de 2023 y la Subsecretaría de Derechos Humanos comenzó entonces a organizar el acto que se concretará el martes 10, a las 10.30, en el hoy Centro Histórico Cultural.
Ni la fecha ni el lugar elegidos para el homenaje son coincidencias. Nacido en 1935, Fernández Stacco comenzó en esa sede de la actual Universidad Nacional del Sur su recorrido como estudiante, en la segunda mitad de la década del ‘50. Su historia misma es otro ejemplo de la movilidad social que abre la experiencia universitaria a hijas e hijos de la clase trabajadora: su madre era maestra rural y su padre, ferroviario.
Graduado como licenciado en Matemática en 1960, ejerció la docencia desde antes incluso de tener diploma en mano, como ayudante. Eran los pasos iniciales de un vínculo con la institución que se extendió hasta que su muerte, en 2022, derramó sobre la comunidad universitaria un sentimiento parecido a la orfandad.
Pero el reconocimiento decidido no se explica sólo por su carrera docente, sino también en su condición de perseguido político, que lo obligó a interrumpirla y exiliarse. Para 1975, venía de desempeñarse como secretario académico y director del Departamento de Matemática. La llegada de Remus Tetu al Rectorado de la UNS truncó su trayectoria con una cesantía, a la que se sumaban las amenazas de la autodenominada Alianza Anticomunista Argentina, que el propio interventor lideraba en el sudoeste bonaerense.
No era casual. Desde su juventud, Fernández Stacco había abrazado un compromiso que en distintos tramos de su vida lo llevó a participar activamente en el movimiento estudiantil, la militancia comunista y la representación gremial. A fines de la década del ’50 formó parte de la comisión redactora del primer Estatuto de la UNS y presidió la Federación Universitaria del Sur.
Tres décadas más tarde, tras su retorno del exilio en el este de Europa y Venezuela, encabezó los primeros pasos de la Asociación de Docentes de la UNS (ADUNS). Había sido reincorporado al plantel docente en mayo de 1986, tras una ausencia obligada de más de una década. Un detalle simpático es que en el documento que certifica la toma de posesión del cargo debió corregirse un error: la fecha originalmente escrita era el 1 de mayo, feriado por el Día de los Trabajadores y Trabajadoras. El 2 que enmienda la errata es simbólico para la biografía de alguien tan comprometido con su clase.
Se jubiló en 2002, habiendo conjugado nuevamente la labor de profesor asociado de dedicación exclusiva con la militancia política y gremial: además de encabezar la ADUNS, participó de la fundación de la lista Integración, por la que volvió a ejercer cargos de representación institucional.
En 2009, Fernández Stacco publicó el libro Abandono a la contemplación, un aporte testimonial único para la historia universitaria bahiense. Desde entonces fue una fuente obligada de consulta para la reconstrucción de la historia universitaria en esta parte del país, incluyendo los puntos no abordados por el que varias décadas fue el relato oficial sobre los años del terrorismo de Estado.
El martes 10, como parte del acto de homenaje, se presentará un libro inédito de Fernández Stacco. Escrito en colaboración con Adriana Rodríguez, docente y ex decana del Departamento de Humanidades, se titula La solidaridad como praxis de una ética revolucionaria. Una definición que engloba la vida, obra y militancia de quien será para siempre nombre y cobijo de las nuevas generaciones de la UNS.